dispersión de los propágulos

 

  • Este método limita la distancia de dispersión.1Dos tipos son el de tallos rastreros que llevan las semillas a cierta distancia de la planta original y el uso de semillas con
    tricomas que le permiten a la semilla arrastrarse cierta distancia.2 Gravedad[editar] Barocoria aprovecha la fuerza de la gravedad, como en los cocos y frutas de pasionaria.

  • Para la zoocoria las semillas o los frutos presentan partes externas especializadas que facilitan su asociación con los animales.

  • Este fenómeno, llamado mirmecocoria, no requiere —pero mejor si lo tienen— que las semillas porten una parte, no necesaria para la germinación: los eleosomas o elaiosomas
    (literalmente «cuerpos grasos»), ricos en nutritivos aceites.

  • Las semillas o frutos se adhieren a la superficie de los animales por medio de sustancias adhesivas o de estructuras mecánicas que favorecen la fijación, tales como ganchos
    o arpones.

  • Hay varias formas de promover el alejamiento de los propágulos, que permiten distinguir sobre todo la anemocoria (dispersión por el viento) y la zoocoria (mediante animales).

  • Las semillas son tragadas por determinados animales, atraídos a ello por una testa (cubierta de la semilla), un fruto de consistencia carnosa o algún otro cebo.

  • La ventaja obtenida de la dispersión lejana es múltiple: la especie encuentra una oportunidad de extender su área; los pies que crecen juntos no estarán tan emparentados (no
    serán tan «consanguíneos») lo que aumentará el vigor de su progenie común; los nuevos individuos no competirán con la planta madre por el espacio y los nutrientes.

  • Pero la presencia de un eleosoma no es del todo imprescindible, pues hay especies de hormigas granívoras (por ejemplo Messor barbarus) que acumulan en el nido, a efecto de
    reservas alimenticias, frutos y semillas enteras que pueden germinar bajo tierra antes de ser eventualmente usadas como alimento.

  • Un caso especial de zoocoria lo ofrecen las plantas que se sirven de hormigas para su dispersión.

  • En las cerezas el cebo forma parte del fruto, en concreto del mesocarpio, pero en otras especies puede ser parte directamente de la semilla, como ocurre en la granada, cuyas
    semillas están dotadas de una sarcotesta vistosa y dulce.

  • Se trata de una modalidad de la anemocoria, en la que el elemento dispersado, también llamado diáspora o disemínulo, es la totalidad o casi totalidad del individuo, si bien
    esta definición es interpretable al revés, es decir, el elemento dispersable per se incorpora partes de la planta que no tienen función germinativa, en mayor o menor cantidad.

  • La gravedad puede estar ayudada por animales o agua.3 Dispersión balística[editar] Ballocoria es un tipo de dispersión en que las semillas o esporas son emitidas en forma
    explosiva, por dehiscencia del fruto o cuerpo fructífero.1 Algunos ejemplos son Impatiens spp., Arceuthobium spp., Ecballium spp., Geranium spp., Cardamine hirsuta y otros.

  • Otro grupo de mamíferos que, como los primates, es llamado a la dispersión es el de los macroquirópteros, los llamados zorros voladores, grandes murciélagos propios de selvas
    tropicales que acuden a las flores, actuando también como polinizadores, y a los frutos.

  • En botánica se llama dispersión de los propágulos a las diversas estrategias en relación con los medios físicos que emplean los vegetales como transporte para la dispersión
    de las semillas.

 

Works Cited

[‘1. Vittoz, Pascal; Engler, Robin (7 de febrero de 2008). «Seed dispersal distances: a typology based on dispersal modes and plant traits». Botanica Helvetica 117 (2): 109-124. doi:10.1007/s00035-007-0797-8. Consultado el 23 de junio de 2016.
2. ↑
Schulze, Ernst-Detlef; Beck, Erwin & Müller-Hohenstein, Klaus (2005). Plant Ecology. Springer. pp. 543-. ISBN 978-3-540-20833-4.
3. ↑ «Dispersal of seeds by gravity». Consultado el 8 de mayo de 2009.
4. ↑ Feldkamp, Susan (2006). Modern Biology.
United States: Holt, Rinehart, and Winston. p. 618.
• Font Quer, P. (1982). Diccionario de Botánica. 8ª reimpresión. Barcelona: Editorial Labor, S. A. 84-335-5804-8.
• Gola, G., Negri, G. y Cappeletti, C. 1965. Tratado de Botánica. 2.ª edición.
Editorial Labor S.A., Barcelona, 1110 p.
• Strassburger, E. 1994. Tratado de Botánica. 8.ª edición. Omega, Barcelona, 1088 p.
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