fenomenologÍa del espíritu

 

  • Para Hegel, la fuente del movimiento hacia lo absoluto es la contradicción interna del espíritu y todos los fenómenos de la Naturaleza y de la Historia son para él formas
    de manifestación, de revelación del espíritu absoluto, formas de su autoconocimiento.1 Estructura En su “Prefacio” expone la necesidad de la tríada dialéctica para la comprensión con una metáfora: “El capullo desaparece al abrirse la flor,
    y podría decirse que aquél es refutado por ésta; del mismo modo que el fruto hace aparecer la flor como un falso ser allí de la planta, mostrándose como la verdad de ésta en vez de aquélla.

  • Los principales momentos del desarrollo fenomenológico son, por lo tanto, tres (es decir, aquellos marcados con las letras A, B y C): el primero es el de la conciencia, marcado
    por una oposición entre sujeto y objeto y por la convicción del sujeto de que la verdad está fuera del sujeto, en objetividad; el segundo es el de la autoconciencia, caracterizada por una fuerte confianza en la subjetividad a expensas de la
    objetividad, por la convicción de que el criterio de la verdad se encuentra en el ego y no en las cosas; para el tercero, sin embargo, Hegel no tiene un nombre real y simplemente indica una similitud entre las diversas “figuras” incluidas
    en él (razón, espíritu, religión y conocimiento absoluto), que consiste en superar la oposición entre sujeto y objeto, y desde el reconocimiento del ser como toda realidad.

  • La Idea en su ser en y para sí misma, al regresar del gran círculo en que, a partir de su ser en sí, recorrió los sucesivos momentos de su alteridad, constituye el objeto
    de la filosofía del espíritu.

  • «Mostrar la sucesión de las diferentes formas o fenómenos de la conciencia hasta llegar al saber absoluto es el tema de la Fenomenología del Espíritu como introducción al
    sistema total de la ciencia.

  • Por lo tanto, el hombre está compuesto de cuatro esferas: la conciencia, que se encarga de la percepción y el entendimiento; la autoconciencia; la razón que trasciende los
    límites de uno mismo, y, finalmente, el espíritu , que con la dialéctica puede alcanzar el conocimiento y ocuparse de la ética.

  • Y, finalmente, como Idea, el concepto es la síntesis de los conceptos subjetivo y objetivo, la verdadera y plena unión del ser con la esencia después de haberse manifestado
    en su totalidad, la Idea absoluta que vuelve a sí misma tras la dialéctica que en el ser, en la esencia y en el concepto ha encontrado sus negaciones y superaciones, pues en la Idea se manifiesta de un modo radical la síntesis de las contradicciones
    del concepto, que es a su vez la síntesis de las contradicciones del ser.

  • También en ella se desenvuelven sus manifestaciones dialécticamente: en su estado de alteridad, la Naturaleza tiende continuamente a volver a la Idea en su ser en y para sí
    misma, pues la Naturaleza es como el estado de máxima tensión de la Idea, el momento en que la Idea ha llegado hasta el límite de su ser-otro y en que, por consiguiente, emprende el camino hacia la subjetividad.

  • El concepto es la síntesis de los dos momentos principales del ser, es unión del ser y de la esencia, liberación de la necesidad de la esencia, ser de la substancia en su
    libertad; como concepto subjetivo es universalidad, negación de ésta o particularidad, y superación de los dos momentos o individualidad.

  • Pero esta interioridad, cuyo carácter subjetivo la hace inadecuada para la plena realización del Espíritu objetivo, debe dar paso inmediato a la eticidad, a la ética objetiva
    que se realiza en lo universal concreto de la familia, de la sociedad y del Estado, síntesis de la exterioridad de lo legal y de la arbitrariedad subjetiva de lo moral.

  • Dentro de este acercamiento, el espíritu busca el conocimiento del mundo, del que han partido todas las certezas, y esta búsqueda de la verdad da placer, por más que sea infructuosa.

  • Ahora bien, la Idea, que la lógica estudia en su ser en sí, es estudiada por la filosofía de la Naturaleza en su alteridad.

  • La percepción de uno mismo hace desaparecer la división entre objeto y sujeto, ya que la conciencia de existir pasa porque la persona que percibe y piensa en ella misma sea
    idéntica al objeto de este pensamiento.

  • Libertado el Espíritu subjetivo de su vinculación a la vida natural, puesto como conciencia pura de sí mismo, se realiza en el Espíritu objetivo como Derecho, como moralidad
    y como eticidad.

  • Cualidad, cantidad y medida son momentos de la primera parte de la lógica, que es a su vez el primer momento del sistema completo del ser, es decir, del ser en cuanto ser
    en sí.

  • La síntesis del Espíritu subjetivo y el objetivo es el Espíritu absoluto, que a su vez se auto-despliega en la intuición de sí mismo como arte, en la representación de sí
    mismo como religión y en el absoluto conocimiento de sí mismo como filosofía.

  • A través de los grados de la sensación y del sentimiento, fases corporales que facilitan el acceso a la entrada en sí mismo, el Espíritu subjetivo llega a su conciencia, al
    entendimiento y finalmente a la razón.

  • Para avanzar en el saber, recurre de nuevo a la dialéctica, negando una verdad parcial y llegando a una nueva afirmación, que será revisada perpetuamente, dentro del cambio
    general del mundo.

  • El primer momento de esta marcha viene representado por la Naturaleza tal como es objeto de consideración por la mecánica: como lo inorgánico puro, como lo que está sometido
    al espacio, al tiempo y a la gravedad; en el segundo momento aparece como lo físico, que no es solo lo cuantitativo, sino el comienzo de una subjetividad de la Naturaleza expresada en los fenómenos químicos y eléctricos; en el tercer momento,
    como lo orgánico, lo individual, lo opuesto a la exterioridad de lo mecánico, lo que es ya casi umbral de la subjetividad.

  • El Mapa del Mundo de la Filosofía Moderna se reparte entre una Filosofía Natural y una Filosofía del Espíritu, y, envolviéndolas a ambas, aparece la Lógica: »El Ser envuelve
    la Filosofía de la Naturaleza Mecánica, y la Filosofía (Antropología, Fenomenología, Psicología) y Fenomenología (Conciencia, Sensibilidad, Percepción) del Espíritu Subjetivo.

  • Este proceso dialéctico en tres fases (que erróneamente fue bautizado como tesis-antítesis-síntesis por Fichte2 y los seguidores de Hegel) se denomina en Hegel abstracto-negativo-concreto,
    en referencia a la negación de la intuición primera (abstracta por poco concreta y porque se relaciona con la esencia de las cosas), que lleva a concretarse en una realidad momentánea que se convierte en falsa por el mismo devenir temporal,
    con lo que vuelve a empezar el proceso.

  • Toda diversidad y toda oposición de la conciencia con el objeto quedan entonces desvanecidas ante la unidad revelada en el concepto y solo entonces se puede decir propiamente
    que la conciencia es razón.

  • Y el sujeto se define por oposición al mundo, que está compuesto de objetos y entidades que se definen por sus propiedades siempre en mutación.

  • Específicamente, es posible articular el trabajo como una sucesión de “formas” o “figuraciones” (marcadas por el número romano), que, sin embargo, en grupos o individualmente
    se refieren a fases o momentos, o a las formas particulares en que se configura la relación de la conciencia con su objeto.

  • En el concepto son pensados su ser en sí y el juicio como momentos opuestos unidos en el raciocinio o conclusión, que permite expresar en una síntesis la universalidad de
    lo individual.

  • La última, de Antonio Gómez Ramos, presenta la ventaja de ser bilingüe (Madrid: Abada-UAM, 2010) y de ir acompañada de cuatro mejoras: a) un “Glosario alemán-español”; b)
    un “Índice de conceptos alemán-español”; c) algunas notas a pie de página sobre variantes de edición o dificultades de traducción, como dobles sentidos, polisemias o juegos de palabras; y d) un aparato crítico de notas al final del documento
    donde se hacen explícitos los autores, las obras, problemas y teorías que están presentes en la obra de Hegel y con los que el filósofo discute sin mencionarlos, o de forma implícita.

  • [cita requerida] En ella se tratan problemáticas filosóficas anteriores al materialismo histórico alemán, como son el ideal del absoluto, el espíritu humano como amor a la
    sabiduría en lo práctico y la dialéctica amo-esclavo, entre otros.

  • El entendimiento humano acepta entonces que la realidad de los objetos es al mismo tiempo el no ser y su manifestación siempre cambiante y huidiza.

  • La articulación interna de la fenomenología es muy compleja, ya que el propio Hegel ha proporcionado dos formas diferentes de dividir este trabajo que se presentan juntas
    en la versión final.

  • Pero esta negación del ser queda superada por su negación misma, por el devenir (en alemán: Werden), síntesis de ser y nada.

  • Como segundo momento aparece el ser en su manifestación o verdad: la esencia, que es a su vez afirmada, negada y superada en su ser en sí o esencia como tal, en su manifestación
    o fenómeno y en su unión con el fenómeno, esto es, en su realidad.

  • Como ciencia de la Idea en su ser en sí, la Lógica comienza con la teoría del ser.

  • ISBN 84-344-8752-7 «La Lógica de Hegel no se confunde con la Filosofía de la Naturaleza y la Fenomenología del Espíritu (Conciencia, Autoconciencia, Razón), debido a que reexpone,
    desde la perspectiva abstracta, aquello mismo que la Filosofía de la Naturaleza y la Fenomenología del Espíritu han expuesto desde la perspectiva morfológica.

  • El Concepto envuelve la Filosofía de la Naturaleza Orgánica (Naturaleza animal, Vida), y la Filosofía (Arte, Religión) y Fenomenología (Razón, Reino animal del Espíritu) del
    Espíritu Absoluto.» Traducciones al español Si excluimos las traducciones parciales, existen cuatro traducciones completas de la Fenomenología del espíritu al español.

  • Desde entonces puede el pensamiento situarse en la inmediatez de lo Absoluto mismo, ser ciencia de la Idea absoluta.

  • En su ser en y para sí mismo, la Idea absoluta es el tema de la Filosofía del Espíritu.

  • El resultado de esta síntesis es la Existencia (Dasein) en cuanto Ser determinado.

  • En su ser en y para sí mismo (“Selbst”) , como resultado de su completo auto-desenvolvimiento, el ser es el concepto.

  • Una de las primeras adquisiciones de la conciencia humana es la aceptación de su mortalidad: venciendo el miedo a la muerte, se convierte en auténticamente libre.

  • El tiempo, pues, es clave para definir la relación entre la persona y su entorno.

  • Esta traducción se funda en la canónica edición históricocrítica de Wolfgang Bonsiepen y Reinhard Heede publicada en Hamburgo por la editorial Felix Meiner en 1980, como volumen
    9 de las Gesammelte Werke editadas en asociación con la Deutsche Forschungsgemeinschaft y bajo el patrocinio de la Academia de Ciencias de Renania-Westfalia; pero el texto alemán se presenta de un modo distinto en la edición de 2010: con la
    ortografía moderna normalizada del alemán.

  • El Estado es el universal concreto, la verdadera síntesis de la oposición entre la familia y la sociedad civil, el punto de detención y de reposo del espíritu objetivo.

  • Pero la filosofía aparece cuando la realidad se ha explicitado ya a sí misma, porque el búho de Minerva sólo emprende su vuelo a la llegada del crepúsculo.» José Ferrater
    Mora.

  • Más en la práctica, el problema de los absolutos entra en juego, pues es difícil intertextualizar conceptos.

 

Works Cited

[‘o «Fenomenología del espíritu». Diccionario filosófico marxista. 1946.
o ↑ Johan Fichte, “Reseña de Aenesidemus / Rezension des Aenesidemus”, Allgemeine Literatur-Zeitung, 11–12 de febrero de 1794). Traducido al inglés por Daniel Breazeale en Fichte:
Early Philosophical Writings. Cornell University Press, 1993, p. 63.
o ↑ «Una nueva traducción de la Fenomenología del Espíritu». Ideas y Valores, XLIII, núm. 95. 1994.
o ↑ Pons, Gabriel (20 de agosto de 2007). «Acerca de la nueva traducción de
la Fenomenología del espíritu, de Manuel Jiménez Redondo». Filosofía Contemporánea.
o ↑ Jiménez Redondo, Manuel (2009). «Traducir la Fenomenología del Espíritu de Hegel».
o ↑ Muñoz-Alonso, Gemma (2011). «Reseña de G. W. F. Hegel, Fenomenología
del espíritu. Edición bilingüe de Antonio Gómez Ramos. Madrid: Abada-UAM, 2010». Revista General de Información y Documentación, vol. XXI.
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