economía de hidrógeno

 

  • Se aduce que la quema de combustibles fósiles en centrales grandes es más eficiente que en automóviles o pequeñas centrales, (casi el 60% en las modernas centrales de ciclo
    combinado frente al 40% de un motor de gasolina o un 45% de los mejores motores diésel)4 sin embargo, hay que tener en cuenta que la eficiencia en la obtención de hidrógeno a partir de electricidad está actualmente en un 30%,5 y la eficiencia
    de una pila de combustible en un 60%,4 con lo que quemar combustible fósil en un motor diésel tiene una eficiencia del 45%, mientras que quemar combustible fósil en una central, para generar electricidad, para generar hidrógeno, para emplearlo
    en una pila de combustible, tiene una eficiencia final, sin contar las pérdidas por transporte, no superior al 12%.

  • Probablemente una visión más realista de las posibilidades a medio plazo del hidrógeno pase por prescindir de sus promesas de energía limpia (esto es: obtenida mediante electricidad,
    especialmente de energías renovables): Mediante descomposición química, actualmente se consigue una eficiencia del 72% generando hidrógeno a partir de gas natural, y algo menor si se obtiene del carbón.

  • Los motores de combustión interna arrasaron a sus competidores de esa época, como por ejemplo el aire comprimido, o los automóviles eléctricos accionados por baterías, porque
    proporcionaron mayores posibilidades, en virtud de la eficacia del motor de combustión interna y de la alta densidad energética del combustible, a pesar de que intoxicar a la población y la explotación de la gente en países pobres.

  • Por ejemplo, el fabricante de automóviles japonés Honda, la única firma que ha obtenido la homologación para comercializar su vehículo impulsado por pila de combustible de
    hidrógeno, el FCX Clarity, en Japón y Estados Unidos, ha desarrollado también la Home Energy Station, (HES), un sistema autónomo y doméstico que permite obtener hidrógeno a partir de energía solar para repostar vehículos de pila de combustible
    y aprovechar el proceso para generar electricidad y agua caliente para el hogar.

  • Si se solucionan los problemas de almacenamiento, será posible obtener rendimientos globales similares a los de los motores de combustión interna, con lo que la tecnología
    del hidrógeno permitiría en definitiva utilizar la energía del carbón (material muy abundante) para sustituir al petróleo.

  • Actualmente, el 48% de la producción de hidrógeno es a partir del gas natural, el 30% del petróleo, y el 18% del carbón; la electrólisis del agua representa solamente 4%.23
    El gran mercado y el incremento también han estimulado que se cree un gran interés en buscar métodos alternativos, más baratos, para la producción de hidrógeno.

  • Esto obligaría a quemar casi cuatro veces más combustibles fósiles para el mismo trabajo, lo que anularía las ventajas ambientales de centralizar las emisiones, y sin duda
    encarecería enormemente el precio de la energía.

  • Una ventaja importante de la energía solar en este modelo (además de tratarse de una fuente renovable y no contaminante) es la posibilidad de funcionar de modo distribuido:
    en línea con el concepto de energía 2.0, la energía solar permitiría a los consumidores generar su propia energía reduciendo la dependencia y las pérdidas relacionadas con el transporte.

  • Solo en torno a un 5% de la producción de hidrógeno se realiza a través de la electrólisis, es decir, de la separación del hidrógeno que contiene el agua mediante energía
    eléctrica.

  • En una economía completa del hidrógeno, incluso las fuentes eléctricas primarias como la energía hidráulica y la energía eólica se podrían utilizar para hacer el hidrógeno,
    en vez de distribuirla directamente en la red eléctrica (el equilibrio apropiado entre la distribución del hidrógeno y la distribución eléctrica interurbana es una de las preguntas básicas a medio resolver en la economía del hidrógeno).

  • Fuentes de hidrógeno centralizadas previstas[editar] La economía del hidrógeno utilizaría una fuente energética no basada en combustibles fósiles (energías renovables/nuclear/fusión),
    utilizando varios métodos (electrólisis, ciclo del sulfuro-yodo) para producir el gas de hidrógeno para su uso en los múltiples sectores como fuente de energía almacenada.

  • La forma de energía que posee el Sol es energía nuclear interna que se transforma en la energía que emite mediante procesos de fusión.

  • El mejor sistema en lo que a eficiencia y coste se refiere y más extendido además para el almacenamiento de energía de una red a gran escala es el almacenamiento por bombeo,
    que consiste en bombear agua hasta una presa superior y generar la electricidad demandada mediante hidroelectricidad.

  • En una economía del hidrógeno, los grandes generadores rurales de hidrógeno de alta eficacia se combinarían con un sistema de distribución (como el sistema de la distribución
    del gas natural pero capaz de satisfacer los desafíos adicionales del transporte del hidrógeno).

  • Este método es menos eficiente que la utilización directa de la electricidad, pero permite el almacenamiento de la energía, lo que presenta grandes ventajas, como la posibilidad
    de seguir generando energía aunque no haya demanda en ese momento, y de recuperarla en momentos de escasez.

  • El almacenamiento en una batería inercial es más eficiente que en las baterías de tamaño similar, pero acarrea preocupaciones de seguridad debido a que puede romperse explosivamente,
    aparte del efecto giroscópico que tiene.

  • A fecha de 2010, aproximadamente el 95% de la producción del hidrógeno se realiza a través de la quema de combustibles fósiles, y por tanto manteniendo las emisiones de gases
    de efecto invernadero a la atmósfera.

  • Las actuales preocupaciones con respecto a la disponibilidad a largo plazo de los combustibles fósiles y por el calentamiento global debido a las emisiones de dióxido de carbono
    (CO2) han dado lugar a una búsqueda de un combustible alternativo a los combustibles fósiles que no tenga estos problemas.

  • Existen aún muchas barreras tecnológicas que impiden que esta economía pueda llevarse a cabo; mientras, las investigaciones continúan.

  • Más adelante el alternador y la corriente alterna permitieron transmitir la energía eléctrica a gran escala.

  • El alto cociente de potencia másica de los motores de combustión interna también permitió construir un avión de densidad más alta que el aire.

  • A causa de que la superpoblación mundial y la agricultura intensiva crecen, debido a esto la demanda del amoníaco (y por tanto de hidrógeno) está creciendo.

  • La otra mitad de la producción actual del hidrógeno se utiliza para convertir cadenas largas de hidrocarburos (que son la mayoría en el petróleo sin refinar) en fracciones
    más ligeras, convenientes para su uso como combustibles.

  • La forma de energía que se aprovecha del uranio es la energía interna de sus núcleos.

  • Energía nuclear de fusión[editar] Recibe el nombre de fusión nuclear la reacción en la que dos núcleos muy ligeros (hidrógeno) se unen para formar un núcleo más pesado y estable,
    con gran desprendimiento de energía.

  • Se trata naturalmente de los motores de combustión interna, los cuales queman hidrocarburos.

  • Fundamentos La electricidad ha revolucionado la calidad de la vida humana desde finales del siglo diecinueve permitiendo un uso más sencillo de las fuentes de energía disponibles.

  • La forma de energía que posee es la energía cinética del viento, que podemos aprovechar en los molinos, en la navegación a vela,…

  • Existen alternativas más reducidas de almacenaje como condensadores pero tienen el problema de la baja densidad de energía.

 

Works Cited

[‘1. La economia del Hidrogeno, Jeremy Rifkin, pág. 267, cap. 8. El nacimiento de la economía del hidrógeno
2. ↑ «La producción actual de hidrógeno podría abastecer a más de 100 millones de coches». Archivado desde el original el 12 de diciembre de
2008. Consultado el 1 de diciembre de 2008.
3. ↑ «La economía del hidrógeno» (PDF). Consultado el 1 de diciembre de 2008.
4. ↑ Saltar a:a b Monbiot, George (2008). Calor. Cómo parar el calentamiento global. Barcelona: RBA libros. p. 217. ISBN
978-84-9867-053-0.
5. ↑ Monbiot, George (2008). Calor. Cómo parar el calentamiento global. Barcelona: RBA libros. p. 185. ISBN 978-84-9867-053-0.
2. Jeremy Rifkin, La economía del hidrógeno, , Paidós Ibérica 2002, ISBN 84-493-1280-9
3. George
Monbiot, Calor. Cómo parar el calentamiento global, RBA 2008, Barcelona, ISBN 978-84-9867-053-0
Photo credit: https://www.flickr.com/photos/ewestrum/4590703575/’]